No
puedo describir con palabras este mundo.
No
puedo darte la palabra "casa" ni la palabra "noche".
No
puedo hacer de este mundo un lugar habitable.
No
puedo hacer siquiera un poema habitable.
No
puedo darte la palabra lluvia.
No
puedo alimentarte con palabras.
Las
cosas suceden lejos de mí, lejos de su nombre.
El
mundo sigue siendo lo que es.
Yo
camino descalza en el jardín desierto de mi boca.
El
mundo es sangre y aún puedo llorar
y
las palabras no pueden abrazarme.
Poema incluído en el poemario "Los abrazos posibles" Ediciones La Gota, 2014