Corrés en lo alto
para ver la flor
el muro prohibido
los diamantes sucios que acumuló el sueño
y a la vez
el tiempo es un grito que se retuerce en tu cuerpo
y parece que nadie mira
que el mundo se quiebra y somos
tan sólo una imagen de eso
y a la vez
el agua se abre infinitamente
bajo el puente de los días
bajo el silencio
y el animal dorado despierta
y vas a seguirlo una vez más.
Poema incluído en el poemario "Los árboles azules" Ediciones La Gota, 2007