Y si sigo acá
ya no sos vos
ya no soy yo.
Y si sigo acá
la fiebre crece al no
decir
al no encontrar.
Y si sigo acá
me estrello contra la
forma espejada
que me dicta tu amor
que dibuja en el cielo
vacío
de esta hora
un ángel rabioso que ya
no da más.
Y si sigo acá
espero que sigas también
buscándome aunque no lo
sepas
aunque la ciudad nos
funda toda alegría
nos apague la sed
nos obligue a callar.
Y si sigo acá
y seguís también
como un ave a punto de
amar alguna jaula
como una piedra que dejó
de rodar
y si seguís acá
te pido que me busques
haciendo resonar si es
necesario
cada hueso en la noche de
los vivos
hasta encontrarnos
hasta mirarnos bajo la
misma luz.
No puedo detener este
momento.
Ni conservar sólo lo
necesario.
Sólo sé amar la rosa de
cristal
que crece sola
y es protegida en nuestro
silencio.
Sólo sé que no quiero
mirar lo que aún no llega
lo que aún no es.
Y hay ramas en las que
sentarme a pensar
y soles reunidos al
costado de lo que decimos.
Y hay certezas que son
como el agua
que no puede guardarse
entre las manos
y jardines móviles
esperando echar raíces
y secretos al ras de la
tierra
al ras de la vida.
Y yo no puedo detener
este momento.
Ni obligarte a jugar.
Ni armar un palacio con
tus heridas
con mis heridas.
Y yo no puedo conservar
sólo lo necesario.
Sólo sé amar la rosa de
papel
la rosa de cristal
que nació después de
alguna destrucción
que nació en mitad del
fuego
y crece sola
si sabemos confiar
y es protegida por
nuestro silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios, sugerencias, críticas constructivas, saludos...